La fiesta de egresados está llegando; los familiares de una chica se preguntan si tienen que llamar a casa de la amiga en la que su hija va a dormir para hablar con los familiares de ella sobre el consumo de las bebidas con alcohol y qué planean hacer al respecto. La chica les dice que ya es grande y no quiere que llamen. Aprovechan para llamar cuando la chica no está en casa. La madre de la amiga les dice que no está preocupada al respecto y que si los jóvenes toman de más ni ella ni su esposo las van a dejar manejar el auto.
¿Qué decir?
La fiesta de egresados es muy importante para los jóvenes de esta edad. Ellos se entusiasman mucho con todos los preparativos. La mayoría de las fiestas acaban perfectamente, pero algunas veces se pasan y pueden sufrir accidentes. Es por esto que hay que hablar con los y las jóvenes al respecto.
- Algunos chicos prometen no consumir bebidas con alcohol. Si es así, preguntarle cómo se siente en relación con esto y si le preocupa no ser aceptado por el grupo en caso de que no tome.
- Hay que ser firme, honesto y permitir un diálogo abierto. Demostrar cuáles son las preocupaciones de los adultos.
- Hablar sobre lo que se espera de ellos. Sugerir que llame si le parece que las personas no están en condiciones de llegar a sus casas con seguridad. Esto supone que no se quiere que los jóvenes duerman en casa de amigos.
- Las razones para preferir que vuelvan a casa después de la fiesta pueden ser más aceptadas. Un adulto conoce a los jóvenes y sabe cuándo tiene que ser firme con ellos.
- No tener miedo a que la imposición de límites se convierta en una barrera entre los jóvenes y los mayores. Muchos padres dicen que sí a todo y no expresan sus opiniones por temor a que sus hijos se alejen de ellos o que se vayan de casa muy pronto.
- El hecho es que los chicos y los adolescentes necesitan y les gusta que les enseñen. Mientras tanto, hay que tratar de ser flexible y sentirse preparados para establecer acuerdos razonables.